Mapa
De tanto mirar hacia adelante perdió el rumbo. Tropezó y cayó al suelo, pero más allá de levantarse permaneció sentado intentando encontrar pistas en la punta de sus zapatos.
El atardecer le inundó de anaranjados y en ese mismo lugar el niño durmió.
Mientras ella dibujaba con sus finos dedos un mapa en su espalda, despertó el hombre.
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